domingo, 18 de marzo de 2007

LA VIDA MORAL Y LA VIDA ECONÓMICA

Generalmente, los casos más graves de injusticia se cometen en las relaciones económicas entre los hombres, pobreza de gran parte de la población, enriquecimiento ilícito, despojo de los más débiles, salarios miserables, competencia desleal entre empresas, mala repartición de los bienes y de las cargas sociales, la propiedad convertida en opresión; estos son fenómenos de esencia económica que se observan frecuentemente y que constituyen un obstáculo en la realización de la justicia social.

En el actual sistema económico lo importante es producir lo más posible y obtener el máximo posible de ganancias. Esta manera de pensar es fruto del materialismo económico, el cual interpreta la actividad económica como el resultado de la acción de fuerzas y leyes semejantes a las que existen en la naturaleza. Sin embargo, la vida económica puede verse desde otro enfoque. Se puede considerar como una obra de personas humanas para lograr una finalidad humana. E3ste enfoque es superior y más correcto.

Esta forma de ver la vida económica, superando el fenómeno de la producción y dando toda la importancia a los valores y fines más altos de la persona humana, es un enfoque humanista. No anula el enfoque científico y técnico de la economía pero exige que la economía esté al servicio del hombre y no el hombre al servicio de la economía. La producción del hombre debe estar al servicio y perfeccionamiento de todas y cada una de las personas humanas. Los hombres no son medios, no son herramientas, sino fines en sí mismos, metas superiores a las que debe subordinarse todo afán de poder y todo propósito de ganancia, porque la producción individual y colectiva sean un instrumento para realizar la justicia social y no se conviertan en un medio para dominar, rebajar o aniquilar a los hombres.

Se puede decir entonces que hay una moral de la vida económica. Ella señala deberes y derechos. Entre los deberes están: trabajar, retribuir adecuadamente, asegurar la satisfacción de las necesidades básicas y un nivel digno de vida. Este deber es tanto del estado como de todos los miembros de la comunidad.

Existen también derechos económicos: derechos al trabajo, a la justa retribución del esfuerzo económico, derecho a la satisfacción de las necesidades humanas en un plano de igualdad que lleve a la realización del individuo.

La ética es fundamental en la realización del ser humano. Se debe buscar una economía moral que construya una nación igualitaria y justa.

Los procesos científicos y técnicos deben ser orientados por la conciencia moral de los individuos y de la comunidad, si se quiere un estado no sólo de derecho sino de derechos en moral porque ésta apunta a los ideales más altos de la humanidad.

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